El actor de ‘Duro de matar’, de 57 años, quiere dejarle la colección a sus hijas Rumer, Scout y Tallulah, como herencia.
Pero se enteró que los clientes sólo ‘toman prestadas las pistas’ en lugar de ser dueño de ellos por completo.
Así que cualquier biblioteca de música desaparece cuando su dueño muera.
Willis solicitó a los asesores la creación de un fideicomiso que sostiene sus descargas, que al parecer incluyen clásicos de los Beatles a Led Zeppelin.
El actor también está apoyando movimientos legales para aumentar los derechos de los descargadores.
Apple puede congelar las cuentas de los usuarios si sospecha que comparte canciones con otros.
Chris Walton, un especialista en bienes de Irwin Mitchell, dijo a un periódico: “Mucha gente se sorprenderá al saber que todas las pistas y los libros que compraron en los últimos años en realidad no les pertenecen”. “Es natural que uno quiera pasarle las pistas a un ser querido”.
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