Todo comenzó cuando el cantante de la banda, Fernando Ruiz Díaz, se subió a un parlante y éste se cayó, provocando la reacción del sonidista. El cantante lo insultó y se burló de él enfrente de todos los espectadores.
Tras los agravios, el sonidista se agarró a la piñas con Cáceres. El recital se detuvo por un momento y la televisación se interrumpió abruptamente.
Los insultos de Ruiz Días siguieron sin calmar las aguas y eso provocó un ambiente enrarecido cargado de violencia.
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