Diego Maradona regresó al país y se notó porque su llegada estuvo marcada por un escándalo tras otro, básicamente por su mala relación con la prensa.
Tras un caos en el aeropuerto de Ezeiza, el ex entrenador de la selección argentina se dirigió a la casa de su ex mujer, Verónica Ojeda, para conocer a su hijo, Diego Fernando.
Pero en medio del recorrido, Maradona detuvo el auto en la autopista y comenzó a agredir a los fotógrafos y camarógrafos que los seguían. Los pateó, les arrojó piedras y los insultó.
“Hasta que llegamos al peaje, estaba de buen humor. Hasta nos pidió fuego para prender el habano”, relató un fotógrafo de la revista Paparazzi.
Y agregó: “Pero, cuando notó que los estábamos siguiendo, se enojó. Hizo parar el auto en la banquina. Sin preocuparse por la lluvia, se bajó con un habano en la mano y empezó a insultarnos. Como seguíamos sacando fotos, empezó a buscar piedras en el barro y no las tiró. Como seguíamos, se acercó y le pegó una patada a un colega”, disparó el profesional.
