Proyección.

Martes 25.

Capital Federal: 

Hora: 20:00

Lugar: C.a.s.o. la sala, Avellaneda 645.

Motivo: Moon-3ra sesión de "desviando la mirada"

Reseña: El film comienza mostrándonos la propaganda del éxito del progreso capitalista: el uso de fuentes energéticas capaces de mantener el flujo de producción incesante del capitalismo sin sacrificar el equilibrio del ecosistema terrestre. No hay necesidad de librar guerras por el petróleo o desperdiciar áreas de cultivo para la producción de biocombustibles, ni subordinar el curso de ríos para realizar centrales hidroeléctricas: la explotación de la Tierra se terceriza a la Luna y la mano de obra se reduce a un solo proletario, Sam Bell.
Sam está a punto de terminar su contrato de tres años en la cara oculta de la Luna. Aislado de la Tierra lleva adelante con normalidad su rutina diaria dedicada a la extracción de una nueva forma de energía aparentemente "limpia". Automatizado, aprovechado al máximo por sus explotadores, cosificado y alejado de cualquier posible alianza con otr@s compañer@s de trabajo (su única compañía es una entidad robótica programada para ayudarle y protegerle), la alienación laboral de Sam le impide disfrutar de la exótica belleza natural que lo rodea o de compartir con otros su vida... en lo sustancial tiene la vida que podria tener cualquier proletario/a. Como quien espera la jubilación o algún tipo de subvención del Estado, premio millonario o herencia que lo libere de las cadenas del trabajo, Sam espera con ansias el fin de su contrato para volver a su casa para ver y abrazar a su esposa e hija. Pero algo no cierra en su rutina y le incomoda... y la soledad no es la mejor compañera para comprender la realidad espectacular del mundo de la mercancía. Antes proyectaremos algunos cortos, durante y despúes invocaremos a cierto espíritu crítico que ha desparecido en medio de la amargura de esta realidad que alguno*s han dado en llamar capitalismo y  otr*s democracia.

Convoca - Contacto: C.A.S.O. La sala

Un equilibrista chino llamado Aisikaier cayó de al menos 200 metros cuando cruzaba por un valle en la provincia china de Human, con los ojos vendados y caminando hacia atrás.

Aisikaier comenzó la compleja prueba sin mucha dificultad, caminando por la cuerda con enorme tranquilidad. Pero luego tuvo un traspié y una de sus piernas quedó colgando. Aun así, increíblemente pudo recuperarse y continuar, pero al poco tiempo, el hombre perdió el equilibro y cayó al vacío.

A pesar de la altura, Aisikaier no sufrió ninguna herida, ya que la frondosa vegetación del lugar amortiguó su caída. El hombre declaró que tiene ganas de intentarlo de nuevo.