“Yo creo que por ahí tienen un problema de comunicación. Yo haría hincapié en eso. En muchas cosas en las que uno puede estar o no de acuerdo la sensación es que no hay información. Entonces en cosas que para mí son objetivos o que el resultado final es interesante, la información lo termina de complejizar y la gente no entiende”.
“El tema del dólar es un gran debate que nos debemos porque no entiendo cómo estamos dolarizados, no somos un país que la moneda es el dólar. Brasil es un país que le da la espalda al dólar. Hoy nos encontramos con un gran problema porque pensamos en una moneda que no es la nuestra y la gente se pone mal porque no puede hacer cosas que antes hacía. Pero en países como el nuestro es muy difícil mantener un dólar. El famoso 1 a 1 fue un delirio y una ilusión. Hoy tenemos un dólar más real. Nosotros deberíamos tener un dólar 10 a 1. Eso es lo que le pasa a un país como el nuestro que necesita que la industria funcione”.
“Cuando vos le quitás derechos que antes tenía y ahora tiene que acomodarse a una nueva realidad, eso siempre genera mucha rispidez. Si nosotros pensamos a la Argentina desde el ombligo de cada uno, estamos sonados. Tenemos muchos años de vaciamiento, no solamente económico sino cultural… Por otro lado somos una sociedad que nunca hace autrocrítica, siempre tiramos la pelota afuera. Todo el tiempo es lo que nos hacen y nosotros somos lo que elegimos a nuestros gobernantes”.
“Nos hace falta un poquito más de nacionalismo. Creernos lo que tenemos. Y más allá de que haya un cambio en 2015 no me gustaría ir para atrás. Sea quien venga, ojalá siga por este camino”.
La actriz reconoció sobre su militancia política que: “quizás no tendría que haber sido tan eufórica”.
“La gente no tenía esta faceta mía. La contundencia es lo que me podría reclamar. La euforia con que defendí mis ideas. Sigo pensando lo que pienso, pero sin salir a gritarlo porque me parece que no se entendió”.
